A partir de este momento y de ahora en adelante decido finalmente renunciar a todo aquello que de una manera u otra me ha impedido ser mejor de lo que puedo ser y de llegar mas allá a donde debo llegar, hasta la plenitud de mi ser.

 

Por eso renuncio a...


La soledad y la tristeza

Mis temores y limitaciones

Los malos recuerdos y a lo que no pudo ser

Mi egoísmo y falta de generosidad

La manipulación y el autoengaño

El rencor y la falta de perdón

Mi malhumor y la amargura de mi ser

El fracaso y la derrota

Mi apatía y desidia

La vanidad y la miseria

Mi indolencia y altivez

La envidia, la codicia y el chisme

Mi falsedad e hipocresía

La deslealtad y la falta de amor propio

A seguir esperando que las personas y cosas cambien

Y por último, también renuncio a todo aquello

¡Que me aparta de ti, mi Dios!

 

¡Dios les bendiga!

Amén