Hace un tiempo me dirigía hacia un lugar algo alejado de mi casa. Conducía por una calle en no muy buenas condiciones, donde el asfalto estaba agrietado y viejo. Me iba quejando bastante por el estado del camino, cuando ví un camino alterno en excelentes condiciones. La calle estaba recién asfaltada y pintada incluso. Decidí entonces en el primer cruce de caminos cambiar de ruta.
 

Mi sorpresa fue que esa parte de asfalto solo era de unos 800 metros, luego de lo cual, no había mas que un camino de lastre lleno de enormes piedras.  No pude andar más que unos cuantos metros de ese camino antes de girar y devolverme. Al salir de nuevo a la carretera no solamente la noté excelente, sino que me di cuenta de que el tramo de asfalto con grietas terminaba un kilómetro adelante.
 

Muchas veces en nuestras vidas, nos quejamos de nuestras situaciones y de las cosas que nos pasan, y buscamos salidas rápidas y casi mágicas a los problemas. Lo que nos lleva a muchos caminos engañosos que parecen muy hermosos, pero no hacen más que llevarnos a una situación peor que la anterior.
 

Lo peor es que tal vez falte poco para que termine la prueba o el "tramo agrietado", pero por una mala decisión y nuestra falta de paciencia y fe nos alejamos del buen camino y llegamos a uno peor que el anterior.
 

Sin importar tu situación, mantente firme creyendo en Dios. Quien no te prometió un camino fácil, mas bien dijo "Carga tu Cruz y Sígueme", pero que sin embargo si te prometió estar contigo siempre en medio de la prueba.
 

No te desvíes, cree en Dios y entrégale tu destino. No te vayas por otro camino, mantente firme y fiel y pronto Dios te mostrará que adelante, hay un camino mejor.