"Me dijo: Hijo de hombre, ponte sobre tus pies, y hablaré contigo." Ezequiel 2:1
 
¿Sabías que un águila es capaz de intuir cuándo se acerca una tormenta mucho antes de que la tormenta se manifieste? El águila volará hasta un lugar o nivel bien alto, y esperará a que lleguen los vientos. Cuando rompe la tormenta, el águila acomoda y alinea sus alas de forma tal que los vientos de la tormenta elevan al águila más alto aún. Mientras la tormenta devasta todo a su paso, el águila se remonta y permanece sobre ella. El águila no escapa la tormenta. Sencillamente la utiliza para lograr levantarse aún más alto. Se levanta con las ráfagas y vientos tormentosos. Cuando las tormentas sobrevienen en nuestra vida, - y todos hemos vivido tormentas... y nos faltan muchas más - podemos levantarnos y elevarnos sobre ellas... si ponemos nuestra mente y nuestra fe en Dios. Las tormentas no tienen porque vencernos. No tenemos que dejarnos devastar por la tormenta ya que Dios nos capacita para que podamos volar y elevarnos en medio de los vientos tormentosos que atacan nuestras vidas como, por ejemplo, las enfermedades, las tragedias, los fracasos, los desengaños, etc. Podemos elevarnos por encima de la tormenta. Recuerda, no son las pruebas y cargas de la vida las que nos deprimen y derrumban, sino nuestra actitud de cómo las enfrentamos.
 
¡Dios les bendiga!
Amén