"No digas a tu prójimo: Anda, y vuelve, Y mañana te daré, cuando tienes contigo qué darle." Proverbios 3:28

 

Todo lo que somos, lo que tenemos, lo que vivimos, está basado en el amor, pues fue el amor lo que movió a Dios para enviar a su hijo en rescate nuestro, fue por el amor que Cristo dio su vida en la cruz del calvario por ti y por mí, en otras palabras todo se mueve en base al amor; el amor de Dios, pues solamente de él proviene ese sentimiento tan sincero, verdadero y fiel. Y ese tema fue, es y siempre será, uno de los más importantes para el Señor, en su boca siempre estaba esa palabra, en su corazón siempre ha estado ese anhelo de vernos amándonos unos a otros, y por donde él andaba siempre demostró amor. Es por eso que en su palabra encontramos mucho acerca del amor, podemos ver como ejemplo el capítulo 13 de la Primera carta a los Corintios, habla acerca del amor; sin amor no somos nada. En esta ocasión tenemos como texto de referencia (Proverbios 3:28), en el cual nos manda algo bien importante, un caso en el que todos, alguna vez, nos hemos encontrado; y es el caso en el que alguien nos pide un favor o tiene una necesidad que nosotros podemos suplir y lo que muchos hacen es decir: "en este momento no puedo" o "regresa mas tarde", y esto se vuelve un problema cuando realmente tenemos poder para hacer algo a favor de estas personas y no lo hacemos. Pues si verdaderamente tú no puedes ayudarle, es lógico que no lo hagas, pero cuando puedes hacerlo y no lo haces, es entonces donde comienzas a hacer mal delante de los ojos de Dios (Proverbios 3:27). Es fácil cuando alguien que te agrada viene a ti por ayuda, pues de muy buena gana le prestas servicios, pero el problema aparece cuando ese alguien es una persona que te ha hecho daño o algún mal anteriormente. Déjanos decirte que es allí donde el amor de Dios se debe reflejar en ti, es allí cuando debes brillar con el amor de Cristo, es entonces cuando el amor de Cristo se debe ver en tus acciones. Muchas veces Dios permite que esas personas que te hacen mal, vengan a ti en busca de ayuda, pues Dios los quiere alcanzar a través de ti, dejando ver el amor de él en tu vida, pero cuando actuamos en forma contraria lo que sucede es que la oportunidad de esas personas de ser alcanzadas por Dios, se pierde, y sabes, lo que Dios hace es usar a otro de sus hijos que este dispuesto a dejar que ese amor lo guié, para alcanzar esas vidas. Cuando hablamos con Dios, en la mayoría de las veces le decimos que queremos ser como él, y le decimos que queremos ser instrumentos útiles en sus manos, y Dios toma esas palabras como ciertas, pues él no es un Dios de juegos, por lo cual él te da estas oportunidades para que tú muestres su amor a los demás, pero en esos momentos tú no ves el caso como un oportunidad de reflejar a Cristo, y la oportunidad se va. Y le decimos a Jesús que queremos ser como él, pero no estamos dispuestos a doblegar nuestra voluntad ante la de él. Como muchos dicen:"Es mi vida y yo hago lo que quiero con ella"; pues si tú has dicho alguna vez esa frase, déjanos aclararte que su Palabra dice que fuiste comprado a precio de sangre (1 Corintios 6:20), y dice "comprado", así que tu vida no es tan tuya como creías pues le pertenece a Cristo, y ahora es él quien debe gobernarla. Hermanos no nos cansemos de dar amor, de reflejar amor, un amor puro, sin envidia, ni malicia, eso es lo que Cristo siempre ha querido que su pueblo de al mundo. Muchos pasan por allí condenando a los del mundo, y en sus palabras no hay una tan sola que sea de amor, escucha esto, Dios no nos ha mandado a condenar al mundo, sino a mostrar su amor al mundo, podrás decir tú, "Pero debemos decirles lo que son", el Señor en su palabra nos dijo que predicáramos el evangelio (Marcos 16:15), y el evangelio no se trata de condenación sino de salvación, son las mejores noticias que el mundo puede recibir, que Cristo murió para salvar, pero muchos transforman esta buenas noticias en malas, pues solo predican de muerte y maldad, la palabra dice "nuevas de gran gozo", no dice que son nuevas de condenación (Marcos 16:15), donde dejas pues el amor de Cristo, muchos cuando "predican" hablan de la condenación y de lo que menos hablan es del amor de Dios mostrado en su hijo en la cruz del calvario. Esta bien si les dices cual será su fin si no tienen a Cristo, pero lo más importante de tu mensaje debe ser siempre, el amor de Dios. Has el bien siempre, no dejes que nadie te robe esa bendición (Gálatas 6:9-10).

 

¡Dios le Bendiga!

Amén