Efesios 2:8-9 "Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte."

 

Hay personas que tienen fe en Cristo y… en otras cosas. Por ejemplo, usted sabe que los Fondos Mutuos son una forma de inversión que consiste en diversificar el riesgo. Usted compra participaciones en un cierto número de diferentes compañías, de manera que sin una tiene problemas las demás pueden compensarle de la posible pérdida, y así al final su inversión está segura.

 

Esta es la manera en que algunos piensan de la fe en Cristo. Creen en él, pero también creen en el bautismo que les ayuda a salvarse, en la santa cena y en las buenas obras. Si alguno de estas cosas no es suficiente para llevarle al cielo, las otras compensan. O quizás cuando las sumamos, todas acumuladas aportan suficiente meritos para llevarnos a Dios. Pero esto no es lo que enseña la Biblia, sino la completa suficiencia de Cristo para nuestra salvación. Nosotros no tenemos que añadirle nada.

 

Aquellos que intentan distribuir su fe entre Cristo, los rituales o sacramentos y las buenas obras están insultando a Dios. Todavía no han entendido que sólo Cristo está calificado para hacernos aceptables delante de Dios. Son como el fariseo que confiaba en Dios y en si mismo para la salvación. Por ese error salió del templo sin ser justificado. Cuando la persona cree que, además de Cristo, tiene que poner su parte para salvarse, es decir, que además de la gracia tiene que poner sus buenas obras, nunca podrá estar segura de haber cumplido con su parte en ese trato.

 

¡Dios les bendiga!

Amén